Múltiples estudios han demostrado
la importancia de seguir un estilo de vida saludable. Ante esta perspectiva,
resulta esencial la configuración de niveles de inteligencia emocional y clima
motivacional que favorezcan motivaciones intrínsecas hacia estilos de vida
activos. Se ha observado que aquellas metas de logro orientadas a la tarea se
relacionan con necesidades psicológicas básicas y promueven motivaciones
intrínsecas hacia la práctica deportiva que permitirán que este tipo de
conductas perduren. Ante esta situación, varios estudios muestran la
importancia de formar a alumnado, docentes y entrenadores en el ámbito
motivacional y emocional mediante el desarrollo de programas de intervención
que permitan el dominio de estrategias para la resolución de conflictos, el
desarrollo de tareas lúdicas o el uso de la indagación. En suma, el análisis de
varios trabajos sobre inteligencia emocional y clima motivacional revela la
necesidad de mejorar la comprensión de las propias emociones así como
desarrollar motivaciones autodeterminadas asociadas a la realización de deporte
desde edades tempranas.
EmásF nº 49.
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