Como sabemos, el alumnado tiene necesidad de
moverse y de jugar durante su jornada escolar. Esto se debe a su vivacidad e
inquietud propias de la edad. Por ello el tiempo de recreo constituye un
espacio en el que puede expandirse y liberarse para hacer más llevadero su
esfuerzo diario. Una buena organización y planificación de este tiempo puede
garantizar la consecución de hábitos, mejorar la resolución de conflictos, fomentar
el compañerismo entre los discentes y en definitiva disfrutar de este tiempo de
ocio de una forma educativa.
EmásF nº 36.
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