La obesidad es una enfermedad crónica de origen
multifactorial, con una elevada prevalencia a nivel mundial que se asocia a
complicaciones potencialmente graves y que precisa de un enfoque
multidisciplinar por su gran repercusión clínica y elevado coste sanitario. El
interés actual de la lipoinflamación o inflamación crónica asociada a la
obesidad deriva del conocimiento de las alteraciones y remodelado que se
produce en el tejido adiposo, con la participación de múltiples factores y
elementos implicados en todo el proceso. En la obesidad, los niveles
circulantes de marcadores inflamatorios son elevados. La evidencia actual apoya
que el entrenamiento físico, como el ejercicio aeróbico y de fuerza a largo
plazo, reduce la inflamación crónica, especialmente en individuos obesos con
altos niveles de biomarcadores inflamatorios y que este efecto es independiente
de la pérdida de peso inducida por el ejercicio. Existen varios mecanismos a
través de los cuales el ejercicio reduce la inflamación crónica, incluyendo su
efecto sobre el tejido muscular para generar mioquinas antiinflamatorias. Sin
embargo, el tipo, intensidad, y volumen de ejercicio ideal para mejorar este
estado de inflamación crónica y obesidad no está claramente definido y necesita
de investigación adicional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe aquí tu comentario sobre esta entrada. Gracias por tu participación.